¿Cómo sacar abolladura de auto?

¿Estás necesitando que un especialista se ocupe de quitar los bollos de tu vehículo? ¿Y poder hacerlo sin tener que gastar mucho dinero ni recurrir a pintar de nuevo? ¿Precisás el vehículo con rapidez para volver a utilizarlo en la rutina diaria?

No hay abolladura que se nos resista en el tiempo. Somos expertos en el tratamiento de reparaciones por granizo, golpes, impactos y bollos en la carrocería de vehículos. Nos avala la gran experiencia en Buenos Aires y alrededores y la confianza de nuestros clientes particulares y de empresas a lo largo de los años que nos recomiendan. Ofrecemos un servicio totalmente artesanal y de tendencia en reparación que no altera la pintura, la preserva, ni daña las condiciones originales de la chapa a tratar.

Nos dedicamos con pasión exhaustiva a la reparación de todo tipo de abolladuras en autos, vans y camionetas. Y también nos ocupamos de toda la estética automotor, desde la chapa y pintura, pasando por el lustrado y pulido y terminando con el tratamiento acrílico y cerámico, aunque en este caso no es necesario, por lo que se vuelve mucho más rentable el método de desabollado ante uno o varios golpes sufridos.

Cómo quitar una abolladura de un auto

Una respuesta que viene a terminar con uno de los flagelos que más aqueja a los clientes cuando sufren colisiones, impactan o quedan expuestos a tormentas y granizos en el día a día de la ciudad, y que, desde nuestro servicio experto de sacabollos y tratamiento al detalle logramos restablecer al cien por cien la chapa del vehículo a como originalmente estaba, cuidando el color y evitando el repintado del área porque no es necesario hacerlo. Pudiendo entregar el trabajo con excelencia en un breve periodo de tiempo y ya listo para su uso.

Cada experto usa durante la técnica elementos diversos, como palancas, destornillador curvo, varillas de acero y martillos entre otros, para garantizar que no se perjudique la pintura del auto. En algunas ocasiones, puede ser preciso recurrir a destapizar alguna zona, por ejemplo, el techo o una puerta, y en ese caso, se vuelve a su ubicación habitual luego de reparar el golpe, sin dejar huellas.

El método para quitar los bollos empieza localizando el punto central de este en la parte posterior de la chapa. A continuación, desde la aparte interna, a través del uso de una luz o calentador se le otorga calor a la chapa y luego presión, de ese modo la pintura se vuelve flexible asegurando que no se rompa al hacer palanca y así después de enderezarlo regrese a nuevo. Un trabajo que lleva entre 2 y 20 minutos cada uno, dependiendo de dónde se sitúe el golpe y que tan fuerte sea, a veces más. Pudiendo entregarse a nuevo el vehículo en unas horas o dentro de dos o tres días.

Y aun cuando suene a trabajo relativamente simple, exige un grado de experiencia y exactitud en el tratamiento muy grande. Por esa razón, nunca es recomendado realizar una desabolladura de forma particular o en sitios poco profesionales que lo ofrecen a muy bajo precio, ya que el perjuicio y costo puede terminar siendo el doble debido al poco conocimiento que poseen. Algo que hemos comprobado en varios vehículos que eligieron primero un arreglo improvisado y luego al corto tiempo padecieron las consecuencias graves de haberlo hecho.

Ahora lo sabés, cuando la necesidad inmediata sea saber cómo sacar golpes de auto, por motivos climáticos, golpes al estacionar o de impacto vehicular, y no se llegó a romper el color, podés contar con todo el respaldo de un equipo consolidado en el método de sacabollos que trabaja con precisión milimétrica sin dejar marcas, de forma muy poco invasiva y sin la necesidad de invertir en repintado, consiguiendo el mejor resultado para el auto como si nunca hubiera sido impactado.

Algo también ideal para esos autos más nuevos en tecnología que tienen chapa más fina y por lo tanto permiten realizar una labor más rápida y precisa que si fueran muy antiguos. Asesorate con GDF Automotores y nos encargamos de ofrecerte la mejor alternativa de arreglo para tu vehículo de trabajo o personal.